Necesaria terapia psicológica para víctima y agresor,  en casos de Bullying o acoso escolar: especialista del IMSS Jalisco

  • Se trata de un acto de violencia que merma la autoestima y la estabilidad emocional de quien es atacado. 
  • El Centro Comunitario de Salud Mental de la institución atiende casos de niños y adolescentes víctimas de este tipo de agresiones. 

Tanto quien es víctima de Bullying o acoso escolar como quien perpetra el acto de violencia deben recibir ayuda psicológica, para lo cual las escuelas deben estar preparados para identificar los casos y seguir, el protocolo en coordinación con los padres que permita brindar la atención requerida a los infantes, señaló el subdirector médico del Centro Comunitario de Salud Mental (CSSM) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, doctor Oscar Zúñiga Partida en el marco del Día Mundial contra el Bullying y el acoso escolar (2 de mayo).  

 

“Generalmente se le expulsa del centro escolar al chico o chica que realiza el Bullying, pero se va a otra escuela y sigue actuando igual. Y si no atendemos a quien ha estado siendo víctima puede tener problemas serios de autoestima,  que pueden continuar incluso en la adolescencia o adultez”, explicó el paidopsiquiatra. 

 

Refirió que este acto de violencia suele ocasionar también alteraciones en la estabilidad emocional toda vez que puede generar otros trastornos como la depresión y la ansiedad, más aún si viven con temor al ser amenazados constantemente  por los agresores. 

 

“Hemos visto pacientes que empezaron a ser acosados desde tiempo atrás, por ejemplo cuando estaban en la escuela primaria y lo callaron, nunca dijeron a sus padres o a la autoridad y llevan años padeciendo esto, y ahora en la adolescencia los vemos con cuadros depresivos o con muy baja autoestima, es por eso que pienso que las escuelas deben establecer programas y canales para que puedan denunciarse estos actos con oportunidad”, explicó el especialista en Salud Mental. 

 

Destacó que cuando se habla de quien comete la agresión, por lo regular es un niño o joven que proviene de una familia disfuncional por lo cual se debe intervenir también a su núcleo familiar para detectar el origen de las conductas disruptivas que también pueden prolongarse en la vida adulta sin el manejo oportuno. 

 

Indicó, que “pueden continuar con agresividad en la edad adulta o conductas disociales como por ejemplo el trastorno oposicionista desafiante, sino tienen esa contención, generalmente ellos también sufren y manejan mucha ansiedad, vienen de familias disfuncionales donde hay agresión, violencia, alcoholismo o drogadicción por mencionar algunos factores”.

 

Señaló que algunas señales que pudieran alertar a los padres de que sus hijos pueden estar padeciendo acoso escolar es “en los niños más pequeños por ejemplo se empiezan a orinar en la cama por la noche, están más irritables o de repente no quieren ir a la escuela sin motivo aparente”,

 

Continuó, “en el caso de los adolescentes, vemos que se aíslan, que no quieren salir de su cuarto o que están muy irritables en su humor, cuando antes no estaban así. En ellos estamos viendo cada más frecuente el llamado ciberacoso, en donde con el auge de las redes sociales sufren Bullying en estos canales, incluso se comparte material más delicado con otro tipo de implicaciones”.

“Dentro del abordaje que les brindamos a quienes sufrieron el acoso es hacerles ver que lo que les sucedió como no es culpa de ellos, que no hay nada malo en ellos y fueron víctimas, no lo provocaron, porque algunas veces piensan que ellos hicieron algo para que eso les sucediera. Y a los padres de familia les pedimos que los hagan sentir apoyados y respaldados”, concluyó