Rinconcito de las Confesiones: El calvario de las víctimas por la desaparición de sus seres queridos
Apenas han pasado cuatro semanas, del mensaje anónimo con la filtración del sitio donde había restos humanos, y ya las autoridades competentes abandonaron la búsqueda sin justificación para los colectivos que buscan sin cesar a sus familiares desaparecidos.
Parece que no pasó nada, ninguna autoridad se pronunció al respecto. Y no fue un hecho menor. En un paraje de tierra roja, entre maleza, por los rumbos de El Colorado, camino al Rancho Viejo El Veladero, hay varios puntos donde se encontraron huesos humanos, ropa, y otros objetos que no tendrían por qué estar ahí.
Las familias, en su mayoría mujeres, acudieron sin más señas que las descritas en un mensaje de texto. Y al confirmar que había restos óseos enterrados e incluso dentro de llantas calcinadas, lograron la atención de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Jalisco.
La mañana del 28 de mayo, colectivas de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas me llevaron al sitio y, tras pasar por un filtro de la Guardia Nacional, pude constatar que Personal de SEMEFO y de la Fiscalía General de Jalisco sacaban los huesos de entre la tierra, pero sin cumplir con el protocolo de la vestimenta para estos casos,, pudiendo contaminar las evidencias. Posteriormente, ante la presión mediática tuvieron que usar el calzado indicado.
Durante más de una semana, las familias hicieron barridos por diferentes lugares y en todas encontraron indicios. Pusieron a trabajar durante días a los peritos que llegaron desde la ciudad de Guadalajara. Se llevaron una gran cantidad de restos. El primero de junio, el fiscal de Jalisco Luis Joaquin Mendez Ruiz, presente en la ciudad, evadió el tema. Y desvió la atención al grave hallazgo de restos humanos en bolsas y el caso de los trabajadores del Call Center. Del caso de Puerto Vallarta nada se informó. Días después, dieron por terminada la búsqueda sin justificación para los familiares.
Una mujer, que busca a su hijo desde 2020, desaparecido en Ixtapa, llorando comentó que un funcionario de nombre IVÁN de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, la revictimiza al decirle que ya no tenía porque estar en Puerto Vallarta, que regresara a su ciudad de residencia. Ya no daría más apoyo. No hay nada peor que un maltrato para quienes buscan a sus familiares desaparecidos.
La semana pasada en la fallida audiencia pública que realizó la Fiscalía de Jalisco en el palacio municipal de Puerto Vallarta, el fiscal especial regional José Alberto Mora Trujillo se negó a dar información del caso a la prensa.
Después de cuatro semanas, nada se sabe. Tampoco hubo pronunciamiento de gobernantes, políticos o empresarios. Todos callaron. Solo los colectivos, hermanados en su dolor, esperan respuestas a lo que sí pasó en El Colorado.