En el invierno, “La Fragata Portuguesa” se acumula en el mar y playa
- También conocidas como “bombillas azules”, resultan muy peligroso tocarlas y más los tentáculos; ya sea en el mar o en la playa, por lo que la recomendación es no tener contacto con estos organismos.
Luego de la aparición de fragatas portuguesas, mejor conocidas como agua mala o bombitas azules, en las playas de Marina Vallarta, el Dr. Amílcar Cupul Magaña, profesor investigador del Departamento de Ciencias Biológicas y director del Centro de Investigaciones Costeras, Responsabilidad Laboral de Ecología Marina del Centro Universitario de la Costa, informó que normalmente se acumulan en el mar y en la playa. Pero recomendó evitar el contacto, porque son peligrosas.
Explicó que después del contacto con las bombitas azules, hay dolor por tocar sus tentáculos, porque se clavan en la piel e inyectan la toxina; inmediatamente el efecto es de una quemada. Y avanza por el torrente y generalmente ataca el sistema linfático.
Por lo regular el “agua mala” se encuentra en la superficie y tienen la figura de una bombita azul; es un tejido que contiene gas y le sirve como vela. Al tener contacto con el viento, se desplazan; mientras que por debajo de la superficie tienen en movimiento todos los tentáculos. No obstante, están todo el tiempo en el mar.
Las “fragatas portuguesas” se pueden encontrar todo el año en el mar; pero al estar sujetas a la acción del viento, sobre todo del Norte, durante la época de invierno, se van aculando hasta que llegan a la costa y salen a la playa donde quedan varadas.
Ahí los organismos pueden morir; mientras tanto, cuando la gente tiene el contacto, inmediatamente se disparan los mastocitos y produce una quemadura. El Dr. Amílcar Cupul Magaña, comentó que aunque esté en la playa no dejan de representar peligro para quién tenga el contacto.
En lo personal, ya vivió la experiencia, en pierna y brazo; por lo que el dolor lo invadió de la pierna a la cintura. En tanto que del brazo hasta la axila. Y se encontraba nadando y al regresar a la playa lo invadió el dolor. Y entre más contacto con estos organismos, más doloroso es.
Por eso la recomendación a las personas que les toca realizar la limpieza de las playas, deben de tener mucho cuidado, pero sobre todo no tocar las “fragatas portuguesas”.