En el mar la vida es más sabrosa, gracias a los guardavidas
Pero, así como hay momentos gratificantes, también hay aquellos que dejan un mal sabor de boca, aquellos que quisieran olvidar.
- Aunque se viven momentos difíciles, al arriesgar la vida por otros, para los guardavidas es gratificante su actividad. Al menos así lo considera, Salvador Castillón, Guardavidas de Puerto Vallarta.
«Hace casi 14 años ingresé a las filas de la Dirección de Protección Civil y me aventé 3 años de voluntario. Me gustó y surgió mi amor, por así decirlo, hacia el tema del rescate acuático, principalmente en el mar», relata el joven guardavidas, quien -dice- siempre se ha dedicado a los deportes acuáticos; pero quisó innovar, prestando su apoyo a la ciudadanía.
Salvador Castillón destaca que durante sus casi 14 años de Guardavida, ha conocido las técnicas de rescate. «Me arrimé con el cuerpo de guardavidas que ya estaba establecido en ese entonces, me dieron la confianza, la oportunidad y pues ya han trascendido algunos añitos y aquí estamos todavía en esta firme convicción de ser guardavidas».
Ser guardavida no es fácil, se requiere no solo de saber nadar, sino de técnica, habilidad y condición física.
«Yo llegué practicando deportes acuáticos y, pensaba que ya con eso ya la había armado, pero no. Topé con pared, hay que tener mucha habilidad acuática, sobre todo para mantener tu vida a salvo y después conocer las técnicas para poder sacar a una persona de un medio acuático y hacerla llegar a un lugar seguro».
Reconoce que lo más gratificante de esta labor es cuando se hace algún rescate y que las personas te lo agradezcan; porque muchas de las veces, yo pienso, que todos los guardavidas hemos hecho infinidad de rescates, pero queda con simplemente una sonrisa o ahí nos vemos, pero hay personas que son muy agradecidas, porque un guardavidas o alguna persona le salvó la vida en el mar y cuando te lo agradecen en especial o en específico, creo que el guardavidas ya hizo su día», relató.
Pero, así como hay momentos gratificantes, también hay aquellos que dejan un mal sabor de boca, aquellos que quisieran olvidar.
Salvador recuerda la reciente tragedia en el mar, a finales del año pasado cuando se presentó el caso de la playa Holli, cuando un menor falleció en el mar. Y relató cómo es sobrellevarlo; primero coordinado una búsqueda y responder a los padres de familia, a la ciudadanía, a los medios de comunicación, pues es una gran responsabilidad saber llevar esa profesión.
A pesar de estas situaciones desagradables, Salvador Castillón recomienda ampliamente ser guardavida, acercándose a las oficinas de Protección Civil y Bomberos, para iniciar como voluntarios y capacitarse para ingresar a la dependencia.
Agencia JAFRICO