Con recesión económica o no, hay estancamiento económico en México
Por: Salvador Mateo, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco
Como era de esperarse el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador negó en su mañanera que el país esté en recesión pese a la contracción de los últimos dos trimestres que dejaron el crecimiento económico en el 4.8% para 2021, por debajo del 6% que esperaba el Gobierno. Sus declaraciones se producen después de revelarse que el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 4.8% en 2021, según cifras preliminares del Inegi. «La economía está creciendo, no puede haber recesión si en el mes de enero, este mes, es uno de los meses en el que se creó más empleo en los últimos 20 años. ¿Cuál recesión?», declaró.
La directora de Información Estadística Económica y Financiera del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), Mireya Pasillas Torres, luego de darse una discusión en redes de que, si era o no era una recesión económica explicó, lo cierto es que para determinarlo hay un comité que tiene el INEGI, que se reúne cuando suceden dos periodos consecutivos de caída para analizar los otros elementos y ese comité es el que va a determinar si efectivamente estamos o no en la recesión económica, entonces estaremos pendientes de cuando vaya a suceder esa reunión».
La experta puntualizó, con recesión económica o no, México se encuentra en una época de estancamiento económico, donde no ha habido un crecimiento a nivel nacional; pero preocupa una caía en recesión porque está directamente ligado a la generación de empleos.
Está documentado que la economía mexicana vive desde principios de los años ochenta y particularmente desde 1993 un marcado proceso de desaceleración en su crecimiento económico. Especialistas señalan que el estancamiento ha sido un factor que ha contribuido al fomento de la pobreza, marginación, informalidad, migración ilegal y criminalidad, sin crecimiento no hay empleo y sin empleo ingresos, y sin ellos el mercado no crece y se perpetua el círculo vicioso de estancamiento económico.
Pero, recordemos que en México el Inegi, es el que se encarga oficialmente de medir el PIB. La publicación reciente del organismo de las cifras del PIB en nuestro país ha confirmado que la economía mexicana se encuentra en una situación de estancamiento. Aunque técnicamente se puede hablar de una leve recesión, dado que tenemos dos trimestres consecutivos con una contracción en la comparación secuencial del PIB, está claro que el estancamiento ha sido tal que prácticamente da lo mismo hablar de recesión o no.
Aunque lo niegue el presidente López Obrador. La pandemia y la ausencia, prácticamente total, de medidas de política económica para mitigar el impacto de la pandemia, llevaron a la economía mexicana a una contracción de 8.2% durante el 2020. El desplome de la actividad económica en México en el 2020 fue el peor de la historia, superando fácilmente las crisis de 1983 del -4.3%.
México fue de los pocos países que decidió no implementar ninguna medida significativa de política económica para mitigar los efectos de la pandemia, lo cual contribuyó a que el rebote en la actividad económica observado durante el 2021 fuera eso, un rebote, y no una recuperación sostenible. En otros países, las medidas de estímulo funcionaron como una especie de puente para navegar la crisis y evitar secuelas permanentes mientras que en nuestro país muchas empresas se vieron obligadas a cerrar de manera permanente al no tener la liquidez suficiente para enfrentar la crisis. Por lo que el desempeño del PIB del cuarto trimestre estuvo determinado por la cautela ante la cuarta ola de Covid-19, además de los efectos de la reforma de outsourcing en México, alta inflación e incertidumbre por las políticas del gobierno lopezobradorista.
Frente a la lamentable situación económica que prevalece en nuestro país, los que estamos plenamente seguros de que un futuro mejor es posible, debemos llamar al pueblo trabajador a que se eduque, se organice y dé la lucha para conquistar el poder de la nación y desde allí poner en ejecución un plan científicamente elaborado donde se precisen las metas económicas y sociales de corto y mediano plazo.
Este plan debe incluir sin falta al sector privado de la economía, buscando armonizarlo con el resto del plan sin restringir su libertad ni poner obstáculos artificiales a su inevitable tendencia a la máxima ganancia. Solo así será posible el aprovechamiento de las ventajas y capacidades del capital para producir riqueza con la máxima eficiencia y con los menores costos posibles. Con el poder político en manos del pueblo trabajador, se puede lograr que el capital privado se convierta en una poderosa palanca en la generación de riqueza y bienestar para todos.