- 9 de cada 10 trabajadoras del hogar siguen sin estar afiliadas a la seguridad social.
- La exclusión, discriminación y desigualdad social e histórica que enfrentan las trabajadoras del hogar son barreras para el ejercicio pleno de sus derechos laborales y reproductivos: concluye informe Promesas sin cumplir.
De acuerdo con el informe Promesas sin cumplir: derechos reproductivos y laborales de las trabajadoras del hogar en México 2021, elaborado por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), 77% de las mujeres trabajadoras del hogar tienen entre 1 y más de 5 hijos, sin embargo, no cuentan con servicios de cuidados ni guarderías, ya que 9 de cada 10 no están afiliadas a la seguridad social.
Con respecto al porcentaje restante de trabajadoras del hogar que sí están afiliadas al Seguro Social, de las 253 solicitudes que presentaron para recibir servicios de estancias infantiles del IMSS para el cuidado de sus hijos e hijas, 23% aún no tenían acceso y se encontraban en lista de espera.
El trabajo doméstico y de cuidados que realizan las mujeres trabajadoras del hogar beneficia a más de 4.9 millones de personas en México y, pese a la relevancia económica y social que esto significa, el común denominador no cuenta con prestaciones de ley, contratos por escrito, acceso a servicios de salud y seguridad social, licencias de maternidad, atención durante el embarazo y parto, ni guarderías para sus hijos e hijas mientras ellas trabajan, las cuales son provistas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) una vez que las y los empleadores las registran ante el Seguro Social.
Si bien la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social se han modificado en los últimos tres años para proteger y garantizar sus derechos, son muy pocas las personas empleadoras que han cumplido con afiliarlas, y esta omisión violenta sus derechos laborales y reproductivos, y hace más profunda su situación de vulnerabilidad.
Por otra parte, la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la precariedad de sus condiciones laborales, pues han enfrentado despidos injustificados o suspensión de su sueldo debido a que no pueden laborar por estar enfermas o por tener que acudir a una consulta médica.
Además, ante los hallazgos y brechas sobre los derechos laborales y reproductivos detectadas en la investigación, el ILSB y GIRE, junto con una coalición de organizaciones aliadas y trabajadoras del hogar (WIEGO, Nosotrxs, Hogar justo Hogar, SINACTRAHO, RedMin, Tzome-Xiuk, RMEHAC y Jade Sociales), lanzan la campaña Son derechos, no privilegios cuyos objetivos son: difundir los derechos laborales y reproductivos relacionados con la maternidad y los cuidados, y dar a conocer las instancias del Estado a las cuales pueden acudir las trabajadoras del hogar para hacer valer sus derechos.
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