Las familias no olvidan a sus desaparecidos
- Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario
Ciudad de México, a 30 de agosto de 2022.- Las necesidades psicológicas de las y los familiares de desaparecidos son heterogéneas e incumplidas como un derecho por garantizar por el Estado mexicano. La principal necesidad de los familiares de más de 100 mil desaparecidos es saber qué le sucedió a su familiar, pensamiento que les genera una angustia intensa y duradera (ICRC).
En la mayoría de los casos, las personas que desaparecen son hombres civiles, y suelen ser la única fuente de ingresos de las familias, dejando hijas e hijos en el desamparo sin atención de las autoridades de gobierno de los tres niveles. En México se suma la falta de apoyo comunitario y la ausencia de voluntad política, sin servicios de salud mental que consideren su atención de manera especializada. En particular el estado de incertidumbre de las familias, no tienen límites en el tiempo.
Psicológicamente ayuda organizar actividades donde los familiares puedan reunirse, hablar de su experiencia común e intercambiar información. Eso puede ayudarles a salir del aislamiento y a buscar soluciones juntos. Esas actividades, cuando están enmarcadas, suelen tener un efecto positivo en los familiares y en su manera de abordar las consecuencias de la desaparición. En nuestra organización atendemos de manera permanente en nuestra página web www.psicologiaydesarrollocomunitario.com las 24 horas todos los días.
El sufrimiento psicológico de los familiares puede requerir intervenciones especializadas. La culpa y la angustia provocadas por la incertidumbre son dos estados particularmente difíciles de aliviar.
Ayudar a los familiares a vivir con la incertidumbre provocada con la desaparición y afrontar la ambivalencia emocional que conlleva no es nada fácil. Una persona sola, más allá de su buena voluntad, no puede abordar estas cuestiones. Se necesita la intervención de especialistas capaces de realizar acompañamiento psicosocial.
Por nuestra experiencia, sabemos que el dolor psicológico sigue muy presente muchos años después de transcurridos los hechos. Las personas no olvidan a sus familiares desaparecidos. El agotamiento mental que provoca puede dar lugar a estados más complicados, como una depresión, e incluso favorecer el desarrollo de verdaderas patologías o de enfermedades crónicas físicas, con ansiedad manifiesta.
Las asociaciones de familiares de desaparecidos pueden cumplir un papel de orientación, asesoramiento y representación ante las autoridades.
Sin embargo, ese papel tiene límites, y lo sabemos. Los miembros de esas asociaciones están en una situación emocional difícil y con frecuencia les es imposible mantener la distancia necesaria frente a las demás familias. Por ello los alentamos a trabajar en asociación.
La Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario trabaja con colectivos de familiares de desaparecidos en diferentes niveles: en el nivel local, las pone en contacto con otros especialistas, proponemos herramientas que les permiten realizar actividades de apoyo, las ayuda a estructurarse mejor; en un nivel más político, facilita su relación con las autoridades a fin de que se las escuche y represente.
El sufrimiento psicológico no difiere de un contexto a otro. Cuando un hijo desaparece, así el familiar sea indígena, de alto nivel económico o sin estudios, el sufrimiento es el mismo. Lo que puede llegar a cambiar en la manera de expresar y aliviar el dolor.
La razón que motiva la desaparición tiene un efecto psicológico particular en los familiares y en la manera en que va a reaccionar la comunidad. En efecto, se observa una mayor estigmatización de los familiares cuando la desaparición se considera «sospechosa». Frecuentar a los familiares de una persona desaparecida puede interpretarse como la prueba de una adhesión a una ideología o la afiliación a determinado grupo. Es importante conocerlas para poder adaptar nuestra respuesta.