El largo camino a la Categoría 1 de las aerolíneas mexicanas
¡Hola a todos!
Este mes de noviembre se cumple un año y medio de que las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos aplicaron una medida de degradación a la Aviación Civil en México, al reducir la calificación de los aeropuertos de categoría 1 a 2, luego de incumplir, según la Administración Federal de Aviación (FAA), con diversos requisitos críticos de seguridad y regulación.
La calificación que Estados Unidos otorgó a México en mayo de 2021 ha impedido que las compañías mexicanas expandan sus operaciones en suelo estadounidense y también las ha obligado a cambiar los acuerdos de código compartido con aerolíneas estadounidenses, tal es el caso de Aeroméxico con Delta Airlines.
Un largo camino
Respecto a este tema, hace unos días el diario El Economista publicó que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) trabaja a marchas forzadas en un plan correctivo que le permitiría conseguir la tan ansiada recategorización. Sin embargo, señala el artículo, para esto se deben resolver 28 puntos críticos que, a mi parecer, no son poca cosa. Estos puntos son muy específicos y se refieren a la asignación de recursos humanos, lo que se entiende como plazas adicionales; recursos financieros, con un presupuesto suficiente para el funcionamiento de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC); capacitación del personal actual y de nuevo ingreso en los diferentes rubros, especialidades y equipos que operan en México; así como la integración de medicina de aviación a la AFAC.
Según la misma publicación, la SICT espera presentar a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos la última versión del plan correctivo en diciembre de este año, y si todo sale bien se estaría reuniendo con funcionarios de la Technical Review en enero del 2023 para afinar detalles. Luego de esto vendría una nueva auditoría y una nueva evaluación y, por fin, el veredicto estaría listo por fin en abril o mayo de ese mismo año.
De más está decir que si la recategorización se logra, las aerolíneas mexicanas estarían en muy buen momento para planear sus itinerarios de cara a la temporada de verano del 2023 y comenzar a ver por fin una luz al final del túnel. La más interesada de que esta situación se revierta es Aeroméxico, compañía que contempla en su plan de negocios más frecuencias y la expansión hacia nuevos destinos tanto en Estados Unidos como en otros países; aunque también están en la fila las aerolíneas de bajo costo Volaris, Viva y Aeromar, que ven cómo las aerolíneas estadounidenses American, Delta y United se están quedando con la mayor rebanada del pastel al transportar al vecino país a un mayor número de pasajeros internacionales.
Y es que, de acuerdo con la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), hasta junio de 2020 se estimaban pérdidas en el sector aéreo mexicano por 6,400 millones de dólares (mdd) debido a la pandemia y que con la degradación de categoría de 1 a 2 terminaron de darles “el tiro de gracia”.
Recuerdo que en mayo de 2021 el Gobierno Federal desestimó el tema y consideró esta medida como un intento de favorecer a las aerolíneas estadounidenses, señalando incluso que “será algo positivo para México” y comprometiéndose a recuperar la Categoría 1 en el corto plazo. Pues bien, ha pasado un año y medio desde la degradación y hasta ahora no hemos visto “lo positivo” de esta situación.