Bruja Violeta: El estado sigue estando en deuda con las familias víctimas de feminicidio

Abogada Sandra Quiñones

El calvario de las víctimas de feminicidio inicia con la terrible noticia del asesinato de la mujer, a partir de ese momento la vida de la familia cambia por completo, sus días se llenan de vueltas a la fiscalía, al SEMEFO, a buscar a los peritos, a los policías investigadores, a declarar, a buscar testigos, a recorrer el lugar buscando un indicio que ayude a los fiscales a dar con el paradero del feminicida.

En ese caminar se olvidan de comer, de atender sus asuntos personales, solo lo urgente es revisado y nadie les explica TODAS las repercusiones jurídicas que esa muerte produce en la familia y que se tienen que atender, nadie les informa, nadie les dice nada; la horrorosa desvinculación de todas las autoridades aunado al desconocimiento de los impactos jurídicos del feminicidio por parte de los ministerios públicos, policías investigadores, asesores jurídicos tanto de la comisión estatal de atención a víctimas como particulares, no abonan para nada en el tema de la justicia y de la reparación del daño.

Aunque ya estamos de lleno en el “nuevo” sistema de justicia penal, lo cierto es que todos los operadores aún tienen la mentalidad del antiguo sistema, donde la reparación del daño no existía como tal y la justicia… siempre estaba en deuda.

Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado. Para la fiscalía basta que se dicte sentencia condenatoria (no importan los años ni las circunstancias del feminicidio para solicitar otras condenas, como la perdida de la patria potestad) para que emitan orondos boletines anunciando que se “hizo justicia”, y son renuentes a realizar todo lo correspondiente para la reparación del daño de manera integral.

Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado cuando la secretaria de igualdad sustantiva entre mujeres y hombres inicia un padrón de víctimas indirectas de feminicidio solo con las familias donde hay menores, excluyendo a raja tabla aquellas donde hay adultos mayores dependientes de la mujer que en muchos de los casos se encuentran enfermos; no, a ellos la justicia no les llega porque son “adultos”.

Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado cuando el municipio sigue sin atender a las familias en las necesidades más básicas como es el acompañamiento emocional a las madres, a los hijos, a los hermanos y los deja en completo abandono; cuando les regatea los apoyos necesarios para que su día a día sea menos complicada. El ejecutivo estatal y el municipio siguen estando en deuda con todas las familias de feminicidio.