Jaime Barrera confirma que sus captores lo amenazaron para que ‘le baje’

  • Jaime Barrera tiene claro que la privación de la libertad de que fue objeto, es consecuencia de su trabajo

Para Jaime Barrera le queda claro que la privación de la libertad de que fue objeto, es consecuencia de su trabajo, tuvo que decidir en bajar de su auto o negarse y al final, antes de liberarlo, fue amenazado: “pues si no cumplía cosas o no le bajaba, ya sabían dónde vivo, quiénes son mis hijos, por dónde me muevo”.

Confirma que “nunca me lo esperé venir. Digo, siempre he sido un poco incómodo, pero yo pensé que había respeto por la forma en que me conduzco. Digo, no, nunca escribo por consigna de nadie, ni para favorecer a nadie. Pero bueno, ahora las cosas están muy susceptibles a suceder. Sobre todo, pues, el tema de la inseguridad”. No da más detalles por recomendación de sus abogados y las autoridades.

Jaime Barrera declaró que no hubo rescate, y que fue privado de la libertad por cuestiones periodísticas
Comentó que nunca supo donde lo tuvieron y recordando el momento de que fue privado de la libertad, el lunes a las 14:03 horas, dijo que todo ocurrió cuando estaba arriba de su auto, pero no le dieron oportunidad de encenderlo: “un coche adelante, por si yo trataba de arrancar, una camioneta al lado, y de repente pues llegan cinco encañonándote a tu coche, y tú ahí tienes que decidir si subes o decides quedarte ahí, pase lo que pase”.

Se lo llevaron y pasó 34 horas privado de la libertad, al menos en dos sitios, esto antes de abandonarlo. Atado de las manos y con los ojos cubiertos, en unos momentos hincado y en otros acostado sobre el piso. Fue una odisea larga, terrible, cuando de pronto las fauces de la delincuencia se te asoman y te escupen en la cara, y ya no sabes qué hacer. Creo que el movimiento de todo el gremio, de todas las personas que se movilizaron y se interesaron en el caso, todo terminó bien”.

Considera que fue “una advertencia de lo que yo escribo, de lo que digo” y de momento no quiso abundar, “porque quedan como advertencia, de que saben de mis hijos y donde vivo”.

Dijo que solo le dieron poca agua, le ofrecieron de cenar, pero no aceptó porque no traía hambre, y tras dos noches lo abandonaron en Magdalena, Jalisco, donde lo dejaron a las afueras del pueblo.

“Llegué a una tienda, me hicieron un favor, así una, sí que pues de muy buen corazón de hacer llamadas, las pocas llamadas que hoy te sabes, porque no sabes los números”. Recordó los números de sus hermanos y de sus hijos, y fue a los que marcó, explicó.

Jaime Barrera asegura que nunca había tenido una experiencia así. “En treinta y cuatro años no me había sucedido eso”.

Insistió en que él necesita trabajar y el próximo lunes estará de vuelta, aunque con apoyo del mecanismo de protección y la Guardia Nacional: “Sí, totalmente. De hecho, ahorita hay Guardia Nacional aquí fuera de casa, estamos más tranquilos y lo que venga”.

→ Suscríbete a nuestro WhatsApp y recibe las notas más relevantes

No sospecha particularmente de alguien, “siempre he sido un poco incómodo, pero yo pensé que había respeto por la forma en que me conduzco. Digo, no, nunca escribo por consigna de nadie, ni para favorecer a nadie. Pero bueno, ahora las cosas están muy susceptibles a suceder. Sobre todo, pues, el tema de la inseguridad”.

Finalmente reconció que el hecho ocurrió en el contexto de una campaña electoral y las autoridades habrán de tomar medidas en cuanto a los mecanismos de protección tanto para políticos, como defensores de los derechos humanos y periodistas.

Fuente: OccidentalOccidental