Las playas en la bahía son aptas para uso recreativo
Como cada año, en el inicio del periodo vacacional de semana santa y pascua, la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco dio a conocer que las diez playas de Puerto Vallarta sujetas a monitoreo a análisis para verificar calidad y evitar riesgos a la salud, se encontraron dentro de los parámetros que marca la norma, por lo que son aptas para el uso recreativo. 
Dichos estudios se realizan a fin de evitar enfermedades entre los bañistas como mucosas, piel y digestiva de éstos se relacionan con el nivel de contaminación fecal.
Con base en los resultados obtenidos, todas las playas sujetas a vigilancia por parte de la Coprisjal se clasifican como aptas para uso recreativo en este periodo vacacional, ya que cumplen con los requisitos establecidos por la Cofepris al tener presencia de 200 o menos enterococos por 100 mililitros de agua.
Se trata de las playas de Yelapa, Quimixto, Las Ánimas, Mismaloya, Gemelas, Los Muertos, Cuale, Oasis, Las Palmas y Camarones. Con resultados que van de 10 a 14 nmp/100ml (son criterios de calidad de agua).
En Nayarit, Sayulita con resultados altísimos pero salió apta
En el caso de las playas de Bahía de Banderas, la COFEPRIS realizó monitoreos del 27 de enero al 13 de marzo, dejando como resultado que siete playas resultaron aptas para el uso recreativo. 
Se trata de las playas Nuevo Vallarta I y II, Bucerías, El Anclote, Sayulita I, La Cruz de Huanacaxtle, San Francisco I. Todas salieron con parámetros muy bajos de 10 a 13 nmp/100ml. La única con parámetros altísimos, pero dentro de la norma fue Sayulita con 134.
Cabe mencionar que semanas atrás se tuvo un problema con la ruptura del emisor acuático, lo que ponía en riesgo la calidad del agua de mar.
SUBORDINADA
¿Qué puede contaminar el agua en una playa?
Entre los factores de riesgos que afectan la calidad del agua del mar se encuentran los drenajes pluviales, las descargas de aguas residuales, los asentamientos irregulares que no tienen infraestructura de saneamiento y alcantarillado, las embarcaciones, las actividades de comercio informal y fileteo, así como el incremento de bañistas en algunas temporadas del año; por lo que es necesario contar con una vigilancia de la calidad del agua que permita prevenir riesgos para la salud.