La esperanza cambió de manos.

En su reciente visita a Compostela, Laura Rangel, candidata a diputada federal por el distrito 3 les habló a la ciudadanía diciéndoles qué:

“Hubo una época en que Nayarit entre sus tesoros tenía la Costa de Oro, por lo fértil de sus tierras y costas en la zona Norte. También, hubo una época en que había esperanza de que todo el Estado se convirtiera en ejemplo nacional de desarrollo agrícola. Hubo una época en la que vivíamos en paz, sin miedo… tuvimos una época en la que se nos dijo que el turismo en la zona sur sería considerado el primer lugar nacional por las bellezas y bondades que la naturaleza nos otorgó, que el desarrollo llegaría armónicamente con el medio ambiente y que habría un desarrollo económico igualitario para las y los habitantes de la zona, no habría desproporción económica, que el café y otros productos nos posicionarían como referente.

Sin embargo, lo poco que se había construido lo destruyeron, de la Costa de Oro, solo quedó el nombre, de aquel sueño en el que seríamos ejemplo nacional agrícola, no queda más que un campo abandonado y muchos nayaritas que hoy son migrantes en otro país. Aquella promesa de que la zona sur tendría desarrollo, pero no solo para el empresario sino para sus habitantes, para el Estado, solo queda el amargo sabor de la decepción. La continuidad de aquellos grandes proyectos, que se llevaron a las comunidades indígenas de nuestro Estado, quedó en el olvido.

Alzaré la voz clara y fuerte, por todos y todas las nayaritas que están hartos de lo mismo, que están cansadas de escuchar el mismo discurso de siempre, por aquellos que están decepcionados y se han sentido moneda de cambio electoral. Hoy de la mano de las y los nayaritas, trabajaremos para regresarle el esplendor a Nayarit y a México.”

Laura Rangel, asegura que es momento de redefinir la palabra esperanza, porque ésta, ya cambió de manos.