El gremio periodístico está de luto por el compañero Víctor Balam

El compañero Víctor Balam era tremendo, tanto en sus puntiagudas opiniones políticas como en sus charlas de mesa. Tenía rato sin verlo, es más desde hace meses atrás que nos pusimos de acuerdo para vernos allá por Las Juntas, donde le gustaba ir a echar mitote. y donde coincidimos dos veces previo acuerdo, con un grupo de colegas.

Balam, Balam, Balam, recordaré el grito de guerra para no perderlo de vista, aunque él hablaba con alguien de las máscaras de lucha libre que quería comprar. Lo recuerdo desde que era un niño. Su mamá, la Mtra. María Antonieta Beltrán lo llevaba con él, mientras ella, platicaba de sendos temas políticos; de ella aprendió.

Y él se acordaba muy bien de los encuentros y las charlas. Y no había ocasión que no me platicara de cómo me veía, yo joven reportera, escuchando a su mami, y aprendiendo de ella, que platicar era lo de ella. Y el grabando en su memoria cuanto periodista se reunía con su madre.

Cuando ella faltó, Victor Balam tuvo sus momentos de tristeza. Era el hijo consentido; el único. Su gusto por la bebida lo acompañó siempre. Y eso le daba un encanto al platicar las historias. Conocía a los políticos al por mayor y a través de su página, uno de los pioneros por cierto, daba vuelo a sus opiniones, en VallartaBanderas.com, la olvidó desde octubre.

En tiempos de campaña era un goloso al darse vuelo al exponer sus puntos de vista, sus pronósticos y sus albures con los políticos de todos los colores. Balam era cuate. En la pasada campaña, nos llevó a conocer sus rincones favoritos, entre las Juntas e Ixtapa, nos dimos vuelo con su compañía.

Aun lo recuerdo caminando, cual sacrificio, por las calles del Porvenir, conociendo los andares de los protagonistas de Bahía de Banderas. Pero lo suyo no era la reporteada. Eso sí el festejo del no cumpleaños lo celebramos ahí mismo en un conocido restaurante.

Victor Balam se fue a descansar, Los últimos meses tuvo sus altibajos personales y familiares. Y su cuerpo lo resentía. Aún tuvo actividad en el programa en el que participaba, horas antes de partir. No se veía como siempre. Serio sin hablar. Pero así fue, horas después de esa transmisión, el primer mensaje en el grupo de whatsapp que los reporteros tenemos para comunicarnos, llegó la noticia: “Compañeros buenas tardes. Con mucho dolor les informo que nos acabamos de enterar del fallecimiento de Balam”. Y de ahí se desencadenó el pesar.

El gremio periodístico está de luto. Su familia con dolor. Mandamos nuestras condolencias a su familia, a su pequeño hijo. Descanse en paz.