En la Opinión de El Profe: En el Día de la Libertad de Expresión

  • Este 7 de junio, en México, era tradición festejar a los comunicadores de prensa; se tomaba como el «Día del Periodista», antes de que se cambiara al 3 de mayo. Sin embargo, yo lo sigo manteniendo, por lo que expreso mis felicitaciones y reconocimiento a todos los compañeros del gremio. ¡Viva la Libertad de Expresión (periodística)!

 

La Libertad de Expresión y su verdadero sentido

Este 7 de junio se conmemora en México el Día de la Libertad de Expresión. Para nosotros, continúa siendo el tradicional festejo a la prensa nacional, a los periodistas “de a pie”. Debemos puntualizar que esta “Libertad de Expresión” a la que nos referimos es la asociada a la “Libertad de Prensa”, es decir, la que ejercen los verdaderos comunicadores, periodistas en todos sus géneros, columnistas, reporteros, fotógrafos y camarógrafos de prensa, conductores de noticias, cartonistas, articulistas, editorialistas, todos aquellos que viven de esta incomprendida, pero gratificante profesión del periodismo profesional.

 

El papel transformador del periodismo

 

El periodismo es una forma de comunicación social a través de la cual se dan a conocer y se analizan los hechos de interés público. Sin el periodismo, el ser humano conocería su realidad únicamente a través de versiones orales, resúmenes, interpretaciones históricas y anecdotarios. El periodismo resuelve de manera periódica, oportuna y verosímil la necesidad que tiene el hombre de saber qué pasa en su ciudad, en su país y en el mundo, y repercute en la vida personal y colectiva. (López Narváez, Froylán M.)

El papel de los medios de comunicación social, ahora en la era del periodismo digital —a través de portales web e integrados a las redes sociales—, es fundamental para dar rumbo a una opinión pública que coadyuve al desarrollo en todos los órdenes del quehacer humano. El tratamiento de los hechos por parte de la prensa digital, que no pierde su esencia de su función periodística, sigue expresando un modo de percibir y enjuiciar la realidad. Proyecta una posición política frente a los hechos. Su ejercicio, al permitir la fluidez de información y opinión por parte de periodistas profesionales, incide en la formación de criterios y en la consecuente respuesta social, para que las estructuras de poder se mantengan como están o para que se modifiquen.

El uso político de los medios digitales

En este sentido, la Libertad de Expresión a través del periodismo en la web, realizado con todas las técnicas de comunicación, el manejo profesional de los géneros periodísticos y sustentado en la teoría política sobre el rol de los medios en la sociedad, es una herramienta eficaz como parte de una estrategia a mediano y largo plazo para lograr los objetivos de un determinado grupo hegemónico de poder político o económico.

En la concepción gramsciana del poder, esto es la capacidad de organización de una clase social sobre otra para alcanzar objetivos específicos como la gobernabilidad y el bien común, o, en su caso, para influir subjetiva y objetivamente tanto en las esferas de gobierno, como en la política y la iniciativa privada, en pro de la consecución de objetivos comunes.

Lo anterior se inserta dentro de un hecho social-político que por excelencia es el Estado. Por eso, es muy necesario. Es así que los políticos y gobernantes están en constante y estrecha relación con los medios y sus periodistas, para vincularse con la sociedad. Por eso pagan espacios para la difusión de sus hechos y acciones de gobierno, de sus propuestas en las campañas políticas, todo esto bajo los preceptos de la ley y el espíritu constitucional de la rendición de cuentas.

La ilusión de una sociedad informada

Lo anterior es la parte teórica. Pero debemos recalcar que, en estos tiempos, se ha confundido la facilidad que otorgan las redes sociales para manifestarse, con el derecho que tienen los ciudadanos a expresarse libremente, tratando de desvirtuar la función del periodismo y desacreditando a los verdaderos periodistas. Es por eso que, en la actualidad, no pocos políticos y gobernantes creen que, teniendo sus propias redes sociales, ya no necesitan de «la prensa». Se vuelve manifiesto el desdén que demuestran al trabajo periodístico, creyendo erróneamente que ya no se necesita porque ya tienen “sus feis”, “sus fan pages” promocionadas y con “likes” pagados (aunque sean de Malasia o Chipre).

La proliferación de páginas digitales o muros, por la facilidad que brindan las redes sociales, así como los noticiarios radiofónicos y televisivos, puede crear la ilusión de una sociedad informada. Pero, en realidad, estamos ante una sociedad desorientada, bombardeada por cientos de “opinadores facebukeros” que creen que son periodistas porque confunden la Libertad de Expresión con el periodismo, por perfiles falsos que pululan en las redes sociales y se esconden bajo la sombra del anonimato para ofender, denostar y criticar sin argumentos. Eso no es periodismo, ya que la información que manejan suele ser engañosa o falsa.

El simulacro de periodismo

Cientos de páginas que ofrecen las redes sociales, alimentadas con Inteligencia Artificial y contenido basura para incrementar likes, no sustituye la labor periodística de la prensa verdadera. Sus creadores se hacen pasar por periodistas y se venden como grandes estrategas, sangran las tesorerías de los ayuntamientos con “jugosos convenios” de “prensa”, aunque saben de periodismo lo que nosotros entendemos de física cuántica. Todo ello es producto de la falta de comprensión de lo que realmente es la función de la prensa y del periodismo verdadero.

La urgencia de un periodismo profesional y responsable

Por lo tanto, se requiere de instituciones periodísticas responsables, así como de periodistas que hagan prevalecer la solidez de la información, de columnistas y editorialistas con opinión calificada, por encima de la manipulación superficial, que cumplan con las expectativas de la opinión pública.

Este día 7 de junio, Día de la Libertad de Expresión en México, era la tradición festejar a los trabajadores de la prensa; se tomaba como el «Día del Periodista», antes de que se cambiara al 3 de mayo (aunque también se les olvidó… acaba de pasar; dejen que se acerquen las campañas y, en su inmensa mayoría, se volcarán en halagos para la prensa). Pero yo la sigo manteniendo (desde aquellos tiempos en que parábamos línea y se imprimían periódicos en las Chandler), por lo que expreso mis felicitaciones y reconocimiento a todos los compañeros del gremio.
¡Viva la Libertad de Expresión (periodística)! Va.