Independencia de México: diez datos curiosos de la historia
- Existe la creencia de que Porfirio Díaz movió el festejo al 15 de septiembre para hacerlo coincidir con su cumpleaños.
Hoy se celebra una de las fechas más importantes de nuestro país. El inicio del movimiento armado y social que le daría la Independencia a México.
Es por ello, que para acompañar la celebración, te traemos algunos datos curiosos sobre la Independencia de México que seguramente no sabias.
Festejo del 15 de septiembre
Tradicionalmente, la celebración de la fiesta patria empieza el 15 de septiembre, cuando, al rededor de las 23:00 horas, el presidente de la República da el Grito de Independencia desde el Palacio Nacional y hace sonar la campana de Dolores, la misma que sonó durante la arenga que pronunció el cura Hidalgo. Aunque a decir verdad, aquello ocurrió cerca de las dos de la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
Existe la creencia de que Porfirio Díaz movió el festejo al 15 de septiembre para hacerlo coincidir con su cumpleaños. La realidad es que desde la década de 1840, cuando el general tenía apenas 10 años de edad, la fiesta cívica ya iniciaba el día 15 con serenatas, bandas de música y fuegos artificiales.
16 de septiembre
El 16 de septiembre no ocurrió la Independencia. No fue sino asta el 27 de septiembre de 1821, 11 años después, que México consiguió la libertad y soberanía.
¿Qué gritó Miguel Hidalgo?
Los testimonios coinciden en que el cura Hidalgo pronunció «vivas» a la Virgen de Guadalupe, a la religión católica y al rey Fernando VII, así como algunos «muera» al «mal gobierno«, durante el discurso con el cual arengó a la población a levantarse en armas.
Sin embargo, hasta ahora no existe una versión con un 100 por ciento de verdad, por lo que no se cuenta con un «grito oficial».
La Campana de Dolores
La campana que Miguel Hidalgo hizo sonar la madrugada del 16 de septiembre de 1810, para llamar al pueblo mexicano a levantarse en armas contra el mal gobierno español, fue conservada por los gobiernos liberales posteriores como uno de los símbolos primordiales del comienzo de este importante movimiento.
Se cree que quien verdaderamente hizo sonar la campana de Dolores fue José Galván, el campanero de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores.
Actualmente la campana se encuentra en Palacio Nacional en la Ciudad de México. Fue instalada en dicho lugar por orden de Porfirio Díaz.
El Pípila
No existen pruebas sobre la existencia de Juan José de los Reyes Martínez Amaro, ‘El Pípila’, un trabajador de la mina de Mellado, Guanajuato, a quien se atribuye haber ayudado a la toma de la Alhóndiga de Granaditas, de quien se dice, que cargó una pesada losa sobre su espalda y prendió fuego a la puerta.
Pese a no tener seguridad sobre su existencia, ‘El Pípila’ «representa a esos hombres anónimos sacrificados en la Independencia».
Monte de las Cruces
Una de las victorias más importantes durante la batalla de la Independencia, la obtuvo el ejército insurgente encabezado por el cura Hidalgo, y tuvo lugar en un paraje conocido como Monte de las Cruces, a las afueras de la Ciudad de México y conocido actualmente como La Marquesa.
Después de varios días de intensos preparativos y tras una fuerte lucha en la que murieron decenas de hombres de ambos bandos, los realistas tuvieron que reconocer la superioridad del improvisado pero aguerrido ejército coordinado por Allende, Aldama y Abasolo. Los sobrevivientes a las órdenes del virrey escaparon dispersándose entre los bosques que hoy conforman el Parque Nacional Insurgente, mejor conocido como La Marquesa, al poniente de la Ciudad de México, entrando por la carretera México-Toluca.
La victoria se dio el 30 de octubre de 1810, abriendo paso hacia la Ciudad de México, poniendo al movimiento a un paso del triunfo; sin embargo, en el último momento, Hidalgo se negó a entrar a la capital, frenando lo que pudo significar el asalto definitivo y el fin de la guerra de Independencia.
Allende vs Hidalgo
A la negativa tras la Batalla del Monte de las Cruces siguió la total desavenencia entre Hidalgo e Ignacio Allende que, sumada a diferencias previas, rayó en el odio.
Ignacio Allende trató de envenenar a Miguel Hidalgo en varias ocasiones, luego de negarse a tomar la Ciudad de México y autodenominarse «Alteza Serenísima». Un plan para envenenar a Hidalgo fue cuando Allende repartió tres dosis de veneno, que jamás llegaron a boca del Cura porque siempre estaba bien protegido.
Las últimas palabras de Hidalgo
«No me tengas lástima, sé que es mi última comida y por eso tengo que disfrutarla; mañana ya no estaré aquí; creo que eso es lo mejor, ya estoy viejo y pronto mis achaques se van a comenzar a manifestar, prefiero morir así que en una cama de hospital”, fueron algunas de las últimas palabras del cura Hidalgo, expresadas el 29 de julio de 1811, horas antes de ser fusilado en Chihuahua por el Ejército Realista, según un manuscrito citado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Mueren los héroes
Dos años después del inicio de la lucha de Independencia, el 16 de septiembre de 1812, el general Ignacio López Rayón, secretario del cura Hidalgo, celebró el aniversario del Grito de Dolores en Huichapan, Hidalgo.
En 1813, José María Morelos y Pavón planteó en sus “Sentimientos de la Nación” –texto base de la Constitución de 1814–, solemnizar el día 16 de septiembre “como el día aniversario en que se levantó la voz de la Independencia»; el texto final declaró a la fecha “una fiesta nacional”.
Y fue el emperador Maximiliano I de México quien en 1864 utilizó por primera vez el discurso y las arengas para recordar el inicio del movimiento patriótico, desde el pueblo de Dolores.
Porfirio Díaz trasladó la celebración del Grito al Zócalo, con todo y la campana original de Dolores que fue llevada a Palacio Nacional en 1896.
Francisco I. Madero, el primer presidente electo de la Revolución, continuó con la celebración del 15 de septiembre.
El nuevo Imperio
En el Acta de Independencia firmada el 28 de septiembre de 1821, se establece que México sería reconocido como Imperio. Luego de la caída del emperador Iturbide (1823), el acta fue renovada y en lugar de decir “Imperio”, se estableció el término “República”. Por eso México cuenta con dos actas de independencia.