Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, un refugio para los “snowbirds”
¡Hola a todos!
Comienza el mes de noviembre y con él inicia también la “temporada alta” en esta región del Pacífico mexicano. Quiero decirles que este es uno de los meses que más me gustan y disfruto. Además de las festividades mexicanas, que son muy vistosas, en este mes comienzan a llegar las ballenas jorobadas, uno de los mayores atractivos naturales de Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit. Noviembre también es elegido por los ciudadanos norteamericanos para viajar a México y residir aquí durante la temporada de invierno. Se trata de los “snowbirds” (pájaros de la nieve), llamados así porque al igual que las aves migratorias viajan en busca de climas más benignos cuando el frío está en su apogeo en países como Canadá y Estados Unidos.
Este año, especialmente, es importante su regreso a México luego de dos años de incertidumbre debido a la pandemia. La gran mayoría tuvo que quedarse en casa debido a las restricciones sanitarias, por lo que será hasta este invierno que muchos de ellos volverán a viajar a nuestros destinos turísticos.
De acuerdo con Datatur, cada año miles de residentes temporales extranjeros vienen y ocupan condominios, departamentos o casas, ya sea en alquiler o propios, desde Puerto Vallarta y localidades circundantes, hasta la Riviera Nayarit y sus microdestinos.
En Puerto Vallarta ocupan colonias tradicionales como “Gringo Gulch” y Conchas Chinas, y otras más modernas como la Zona Romántica, Marina Vallarta y la Versalles. En el lado de Nayarit es común verlos en localidades como Bucerías, La Cruz de Huanacaxtle, Sayulita, San Pancho y Lo de Marcos, así como Rincón de Guayabitos, Chacala e incluso San Blas.
Su presencia no pasa desapercibida ya que imprimen un dinamismo especial a las comunidades en las que residen, mismas que se benefician con su visita. En Bucerías y Sayulita se integran con los locales e impulsan proyectos de beneficio comunitario. San Pancho, conocido como “el pueblo modelo”, también recibe una importante cantidad de residentes que se involucran y apoyan programas culturales y ambientalistas.
Los “snowbirds” en general son pensionados con mayor capacidad de gasto (tres veces superior al del turista hotelero) y menos obligaciones, por lo que compran víveres con los locales, van a “farmers markets” para abastecerse y gustan de visitar otras poblaciones cercanas a las localidades donde residen ya sea para divertirse, comer o comprar.
Por otro lado, esta relación no solo es benéfica para México y sus destinos turísticos, también beneficia a los residentes. De acuerdo con Canadian Snowbirds Association (CSA) el costo de la vida en este país es más barato que en Canadá, además de que los ciudadanos canadienses no tienen que gastar en calefacción ni en ropa de invierno. Por otro lado, la misma agrupación afirma que en México hay actualmente canadienses que viven sin lujos con mil 500 dólares mensuales, mientras que otros residen en fraccionamientos privados y gastan tres o cuatro veces más.
Otras de las ventajas que ofrece México para estos visitantes son los precios accesibles de los servicios de salud. La mayoría de ellos son personas de edad avanzada, que por cuestiones de clima no les es favorable estar en sus países; muchos de ellos sufren alguna enfermedad, así que aprovechan su estancia para recibir un tratamiento médico en algunas de las clínicas especializadas de la región.
En resumen, se trata de un turismo que es positivo, porque son visitantes que vienen a consumir y a invertir, y que incluso ayudan a generar empleos, tanto en el sector de servicios como en el de la construcción e incluso en el inmobiliario. Y para los “pájaros de la nieve”, México es un refugio donde no solo se resguardan del frío, sino que se ha convertido en su segundo hogar. Un lugar donde, al igual que las aves migratorias, siempre serán bienvenidos.