El “efecto mariposa” del conflicto Ucrania-Rusia

El turismo mundial no ve la suya. Justo cuando comenzaba a recuperarse de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, el horizonte se vuelve a nublar, esta vez por la invasión de Rusia a Ucrania. Analistas infieren que el impacto de este conflicto en el gasto de los turistas internacionales podría ser mayor incluso que el de la variante ómicron.

Los efectos a largo plazo aún son difíciles de predecir, pero está claro que la subida del precio de los combustibles con el consiguiente encarecimiento del transporte aéreo, así como el cierre de las fronteras en algunos países europeos, están jugando en contra de la tan ansiada recuperación del sector de los viajes.

En México, sin embargo, este conflicto nos ha beneficiado de manera indirecta, ya que el turista norteamericano evita viajar a Europa en estos momentos y desvía su mirada hacia destinos más próximos y con una mayor percepción de seguridad. Nuestro país incluso se ha colocado entre los principales destinos receptores de turistas del 2021, además, recientemente el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que México ocupó la primera posición en la participación de los viajes realizados por estadounidenses el año pasado, al recibir al 58.6% del total de los viajeros.

No obstante ─y no me quiero ver pesimista─ creo que no es momento de “echar las campanas al vuelo”, porque si bien hasta ahora la guerra Ucrania-Rusia parece favorecernos, sus efectos a largo plazo son inciertos.

En el caso de la región Puerto Vallarta – Riviera Nayarit, la prueba de fuego será la próxima temporada de invierno, cuando la “burbuja” reviente y nos enfrentemos a una realidad muy diferente a la que se plantea en estos días.

Marc Murphy